VIVIAN MAIER, MAJER, MAGER, MAYER.
Vivian Maier, nació el 1 de febrero de 1926, en Nueva York. Era una mujer con botas, alta, extraña, misteriosa, más que excéntrica... dependerá de a quien le preguntes, pero sobre todo era una pionera sin saberlo, que preservó su obra para disfrute personal pues su verdadera ocupación siempre fueron los niños.
Pasó la mayor parte de su vida en Chicago siendo niñera y haciendo fotos sin importarle el resultado ya que no se podía permitir revelar todos los carretes al ser tantos. Los guardaba todos, también parece ser que coleccionaba otras cosas como pequeños objetos que podían ser el equivalente a recuerdos y esquelas del periódico que le parecían interesantes, como asesinatos, violaciones, etc.
Esto quiere decir que a pesar de tener muy buen ojo para la fotografía nunca decidió hacerla pública, hacía fotos para ella, igual para guardar recuerdos de otra manera distinta. Eran sus secretos, sus cosas, los cuales nadie podían ni ver ni tocar. Esto le hacía una persona bastante misteriosa lo cual a su vez le hacían a ella y a su trabajo algo bastante interesante.
Era una persona que se identificaba con los pobres, con la clase baja, que menospreciaba a quienes le contrataban, es decir, a quienes estaban ''por encima de ella''. Eso la llevó a viajar por otros países como Egipto, Bangkok, Tailandia, Vietnam, Indonesia... para ver mundo, para ver gente, para ver lo raro en la sociedad.
Fue fiel a sus criterios, pensaba lo que quería y se vestía como quería, en general llevaba su vida como ella quería, el trabajar de niñera le permitía tener tiempo libre para sacar su cámara, una Rolleiflex cuadrada y más tarde una de dos lentes, estar con niños, algo que le gustaba y ganar dinero para sustentarse. Pero solo vivió como quiso en esa época de su vida, es decir cuando se mudó a Nueva York a sus 25 años, antes de eso, durante su infancia, no se tiene mucha información pero se cree que no fue muy buena ya que su padre la abandonó a una edad temprana y se cree que parece ser que le tenía miedo a los hombres y más aún a que la tocasen. Además de que algunas fuentes confirman que había veces que le daban prontos muy agresivos y se comportaba mal con los niños, pero la mayoría de veces seguía siendo una persona aunque solitaria, sociable.
El poco reconocimiento que tiene ha sido gracias a John Maloof ya que encontró sus obras en una subasta, cuando buscaba información para escribir un libro de historia sobre Chicago.
Al ver que lo que había encontrado era bastante bueno y tenía éxito en internet, intentó seguir difundiéndolas con ayuda de museos, pero estos rechazaron su propuesta, por lo que tuvo que seguir buscando información y con la difusión por su cuenta. No se puede saber si esto le hubiese gustado a Vivian, ya que ella no lo hizo en ningún momento, aunque existe una carta que escribió, y que nunca llegó a enviar, dirigida al dueño de una tienda de fotografía situada en el pueblo donde se crió, Saint Bonet, Francia, en la cual le proponía hacer negocios usando sus fotos en las postales que él vendía.
Esta carta fue hallada entre otros muchos papeles que dejó en una de las muchas cajas que dejó después de su muerte en Chicago, el 21 de abril de 2009.
Actualmente su trabajo se encuentra viajando por el mundo adquiriendo más reconocimiento y añadiéndole fama tanto a sus fotos como a su persona.
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